Metro Manuel Montt 
¿Escuchaste hablar recientemente de los tratamientos de conducto y aún no entiendes en qué consisten? Esperamos despejarte algunas dudas respecto al objetivo del tratamiento y en qué consiste.
Los tratamientos de conducto o tratamientos de endodoncia se realizan para desvitalizar un diente, es decir, quitarle la posibilidad de transmitir estímulos dolorosos desde el ambiente bucal. Esto se realiza generando una cavidad en el diente a tratar que permita acceder al nervio, donde se encuentran todas las terminaciones nerviosas que perciben el dolor, para luego proceder a retirarla, limpiar el diente y posteriormente rellenarlo con un material biocompatible que impida el ingreso de bacterias hacia el interior.
En general se indican tratamientos de conducto cuando la inflamación del nervio es irreversible o se encuentra necrótico. Esto se reconoce por dolores agudos o infecciones que atacan a los dientes y el hueso adyacente producto de caries muy profundas. Otras veces se indican porque el diente ya perdió su vitalidad posterior a un traumatismo o porque es necesario realizar alguna corona o incrustación y el diente está muy debilitado.
Lo más importante que tienes que tener en cuenta para realizar este tipo de tratamientos es tener un adecuado diagnóstico inicial del diente, lo cual determinará a su vez el número de sesiones a requerir y la necesidad de usar algún tipo de medicación especial y tratarte con especialistas en la materia.
La mayoría del tiempo se requieren entre una y tres sesiones para finalizar una endodoncia, sin embargo, esto es muy variable ya que pueden verse aumentadas según la complejidad del caso y la extensión de la infección.
CÓMO CUIDARTE DESPUÉS DE UN TRATAMIENTO DE CONDUCTO
La mayoría de las veces cuando se finaliza la endodoncia, el dentista recubre la cavidad realizada con un material provisorio de mediana duración, susceptible a fracturas o desalojos.
Para cuidar la restauración provisoria, es aconsejable evitar comer cosas duras como, por ejemplo, frutos secos o pan muy tostado, y tratar de ser lo más cuidadoso posible con el cepillado. En caso de desalojo o fractura del material provisorio acudir lo más pronto posible al odontólogo para que lo pueda restituir.
Lo más importante luego de finalizar un tratamiento de conducto es realizar la restauración definitiva a la brevedad, de la forma más oportuna posible, ojalá máximo en un plazo de 14 días posterior al alta, para evitar que el tratamiento se contamine y requiera de un nuevo tratamiento.
También es relevante, como en todo tratamiento, controlar los resultados en el tiempo. Asiste a tu odontólogo semestral o anualmente para que pueda diagnosticar oportunamente cualquier signo o síntoma anormal que apunte hacia un fracaso de la endodoncia o la necesidad de repetirla.
Es importante saber que los dientes tratados endodónticamente son dientes que requieren de mayor cuidado y que deben ser rehabilitados mediante una restauración, incrustación o corona. ¡No basta sólo con el tratamiento de conducto!
